Como cristiano
que soy, hay cosas que debo de comprender y que hay un millón de ellas que no
entiendo y que por fe acepto, vivo, profeso y doy a conocer. En estos días, he
comenzado el camino por una comunidad bastante hermosa: May Feelings.
Muchos ya
conocen el hacer y quehacer de dicha comunidad virtual; en resumen, orar por
otros y que otros oren por ti.
Eso al
comienzo pensé que sería un poco aventurero y loco, pues, no pensé que muchas
personas se dieran a la tarea de orar por mis intenciones, pensé que esa tarea
solo me la habían designado los amigos en el largo proceso de escucha y caminar
al lado de ellos.
May feelings
me ha introducido en otra dimensión del hecho mismo de ser un peregrino, un
viajero, un caminante que busca ese Algo que siempre está ahí a la espera de
todo siendo el Todo.
Para apoyar
el proceso, unos días después, cree una imágenes con fondo negro y letras
blancas que decía “Ora por otros, otros oraran por ti” y otra expresaba “Orad
los unos por los otros, para que seáis curados” (Santiago 5, 16). Parece mentira,
pero remitirse a la trascendencia de la vida de comunidad es un mundo
completamente hermoso.
Nacimos para vivir en comunidad, nuestro entorno es una
comunidad.
Creo que May
Feelings ha cambiado hasta mi modo de orar en esos cortos días. Quizá ya quince
días de este proceso que no pretendo dejar.
Amigos de
viaje, no pretendo convertirlos, sino decirles que yo he encontrado amigos que
espiritualmente nos encontramos para hacer posible la felicidad.
Paz a todos.
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