Cada día = nuevo camino

Ante la Divinidad seremos
como hoja colgada a Él por alguien que no sabemos
en qué momento e atrevió a ponernos ahí. 

Este viajero comenzó ayer nuevamente a practicar canto. ¡Canto!, si, canto. Algunas veces toca aventurarse cada vez más en ese misterio que la vida nos va tirando y que nos toca recoger con entrega, dedicación y sobre todo creo que con abundante obediencia.

Ya me decía mi sabio maestro “quién obedece no peca”. En este camino nos encontraremos con buenos y malos maestros. Con buenas y malas decisiones. Con buenos y malos amigos. Con buenas y  malas relaciones. Recibimos una familia con luces y sombras pero que también en familia se trata de saber aprender a ser mejores cada día.

Iniciamos un camino todos los días. Caminamos diariamente solo con la mirada puesta en algo que es  nuestro motor para seguir, ya sean sueños, ilusiones, metas concretas, utopías… cada uno sabrá cómo va en su camino, lo que sigue, lo que es.

Soñar es un don, pero soñar realidades posibles. Soñar utopías destruye el alma, destruye el entorno, destruye el tiempo que dedicamos a ese algo que posiblemente no llegue nunca. Soñar realidades es una esperanza constructiva al espíritu, es realización, una meta que se marca para lograrse en un tiempo determinado y que al lograrse sabemos que ha sido producto de luchas, esfuerzos, entradas y salidas de fangos…, todo eso es parte de algo que te da anhelos de seguir en la lucha diaria de la vida.

En este camino que iniciamos diariamente, se debe aprender a sustraer de  las experiencias generales las buenas cosas, quedarse con las malas experiencias es perder tiempo valioso en odios, rencores, discordias con nuestro amigos viajeros. Hay que ponerle vida a los años no años a la vida.

Ser sencillo es la mejor forma de descubrir a la divinidad. De esta forma te encuentras contigo mismo, siempre vives un desierto interno donde te enamoras de Él y de ti mismo, sin caer en hedonismo, individualismo, relativismo y todas esas filosofías que llegan para destruir el hecho mismo de ser persona, de ser un individuo creado para vivir en comunidad.

Saber quién se es, es saber a dónde se va y de dónde se vino.

Pasen buen día apreciados viajeros.